Chingue a su madre el que se ofenda.

07 diciembre 2005

CUENTO CORTO (NAVIDEÑOS) 23VA TRILOGIA – MI NAVIDAD CON DON ASPERO

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- Mijo, dígale a su ama que lo deje acompañarme a la capirucha, pa’ dejar un enfermo en la ambulancia.

Mi padrino, era operador de ambulancias del seguro social, hoy tardecita del 24, me invita a acompañarlo y por supuesto que no tengo el mas mínimo interés de perderme la cohetiza con mis primos y los chamacos de la cuadra, además en la casa del Kike habrá pozole y en mi casa tamales, vamos a reventar comiendo en cada casa de la vecindad, además de que hoy abrimos los juguetes del arbolito…que voy a andar acompañando al ruco este, que por ser mi padrino cree que le aprecio…

- Uuuuhh, no creo que me deje, mi ama es muy especial con esto de las fechas navideñas… ¿Va a llevar un enfermo a México?, ¿No va a tener cena en casa de mi madrina?

Mi padrino el Sr. Áspero, es de esos señores en los que se inspiraron los creadores del grinch, asperito grinch pues, evita a como de lugar estar en su casa y tener que dar abrazos y mucho menos, palabras de amor a sus hijos…de allí lo de Don Áspero.

Llegamos a la casa y mi padrino le pregunta que si me deja ir, yo ya saboreándome los buñuelos no presto atención hasta que la frase siguiente llega a mis desgraciados oídos…

- Si, lleveselo, el ya no esta tan chico, la ilusión la tienen sus hermanitos, este cabron ya hasta peludo ha de estar…

- Gracias, es que ocupo alguien que me vaya platicando para no dormirme en el camino…

Incrédulo, mi boca se paralizo, mientras reflexiono…cualquiera de mis pinches hermanos tiene menor ilusión que yo, puesto que ni salen, yo si, me la paso festejando en todos lados, esto no es justo…

La ambulancia es de esas de los 70’s, mi padrino montado en ella y tomando la salida hacia Puebla, me platica acerca de vacas en el camino, de aventuras amorosas y asaltantes; mientras, yo devoro los 4 tamales que me dio mi ama y el ponchecito con guayaba que tanto me gusta…

La carretera que esta rodeada de árboles enormes me da miedo; me parece que este camino, en algún momento se convertirá en un infierno de árboles vivientes y animales monteses que caminan en dos pies…no pasa nada, también me refugio en la platica de mi padrino quien me cuenta que estamos trasladando a un enfermo…mental…

Después de un par de pares de horas, llegamos a la fría caseta de puebla, donde empieza la autopista y desde donde, en pleno Diciembre, ya se aprecia el frío que pinta de blanco las alturas del Popocatepetl; algunos puestos de tamales y demás golosinas alimenticias como dice mi tío Pepe están a un costado de la carretera…también algunos elementos de la AFI, que ocultándose bajo un antifaz, lucen como auténticos, pero no son mas que sicarios de los del cartel del Golfo; aun a pesar de ser un chamaquillo, puedo identificar el tatuaje que todos ellos tienen en común en la mano…

Bajamos de la ambulancia y yo me receto otros tres tamalitos, esta vez y no son en hoja de plátano, pero los disfruto mucho mas, ya que están acompañado de un rico atole de ciruela, nos subimos a la ambulancia y me dice mi padrino que tiene que descansar, que se le están cerrando los ojos del sueño, un par de horas serán suficientes para llegar a México amaneciendo y evitar el endemoniado trafico que se hace en las zonas aledañas al cerro de Iztapalapa…cierro los ojos y duermo.

Ruidos fuertes suenan y me despierto sobresaltado, veo a mi padrino con un poco de baba escurriendo y emitiendo unos sonidos realmente intimidatorios; escucho el ruido y por la ventanita de cabina veo a un tipo totalmente trastornado golpeando la ventana…

- Padrino, el loco ya esta despierto, se va a salir…

- Ah chingao chamaco, no hagas caso, allí viene Don Toño cuidándolo, se ha de ver dormido…

- Padrino, ¿Viene un señor con el?

- Si, pero no hagas caso, el Toño es mudo, no da lata…vamos a sedar al loco al seguro de puebla, no tardamos.

En efecto, en el seguro social de Puebla el loco fue sedado y Don Toño, un tipo flaco y con aspecto de miseria, comió medio tamal que le guardo mi Padrino, de los 7 que se comió…son las 3 AM.

Camino a México observo mi regalo, una cajita verde con un moño rosa, en la cubierta, rayado con pluma dice: Para mi hijo mas grandote, de su ama Cleofás…lo abro y veo la gran sorpresa esperada y que me caga recibir con inocente ilusión cada pinche año: Un paquete de tobilleras blancas, de las que odio, en lugar de un juguete…

Muchos ruidos se escucharon y Padrino paro en el acotamiento, abrió las puertas de la ambulancia y Don Toño bajo corriendo, internándose en el pastizal seco, sin decir nada…(era mudo, por favor!), se fue y Don Áspero por mas que gritaba que regresara, no lo hizo…

-Cabron este, ora que me acuerdo, el es de Atlixco, si, de los Montero de Atlixco; ha de ir pa’ su casa…mijo, vas a tener que irte cuidando al loco porque si esta solo se pone mal… -Pero si viene sedado Padrino, ni modo que se aloque así…

-No, no puede despertarse y estar solo, te tienes que ir así, además, a mi me matan en el seguro si llega alterado, no ves que es el hermano mayor del gobernador Beltrán, por eso traje al borracho del Toño, pero este salio mas listo, anda, súbete que tenemos que apurarnos…

Pues si, a empujones me subió y el cabron este realmente parecía loco, venia amarrado a la camilla y bien dormido…

Después de una hora atascados en el tráfico de las afueras de la Ciudad de Mexico, el loco empezó a parpadear y despertó…

-Mama, dame un besito…

Totalmente aterrorizado comencé a golpear la ventanita para que me bajara mi padrino, quien ya se había subido al asiento de copiloto a una doñita que vendía frascos de miel en la carretera…el cabron me escucho pero se hizo pendejo, quien sabe que historia le contó sobre el loco que traía atrás, a la enamorada…

- ¿Jugamos a las montaditas ama? Decía el tipo mientras tranquilamente se desabrochaba las muñequeras de seguridad que solo servían de adorno y que no lo protegían mas de caerse…

- No soy tu mama, soy ahijado del chofer y me quiero bajar…

- Mamita, ven pa’ca…

Justo cuando los besuqueos estaban a punto de convertirse en manoseos, abrieron las puertas los enfermeros del Seguro en Iztacalco…

Ya a las 12 del día, mi Padrino me llevo a las sonideras, me paseo por el centro y me compro unos 5 juegos para mi playstation pirata, el que mas me gusto fue el de Final Fantasy XXXVII; también comimos taquitos de pollo fuera del metro y por la tarde emprendimos el viaje de regreso, sacamos fotos con una cámara pirata que nunca pudimos revelar y una caja de camotes para los primos…

Solo años después me entere que mi Padrino había sacado al asistente de Caro Quintero del penal de Pacho Viejo en la ambulancia que manejaba, todo encubierto por el cuñado del mafioso, director general del IMSS en la republica…

Don Áspero hoy tiene 13 hijos con 5 diferentes esposas, realmente a ninguno quiere y le vale madres la navidad…

Yo hoy, manejo una pipa de agua, con Kaibiles dentro.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

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