
Al borde de la cama y con los brazos apoyados de ella, la mujer es levantada por el hombre, sosteniéndola por los muslos mientras la penetra. El estímulo y el placer se concentran en los genitales de ambos, pero es el hombre quien lleva el ritmo atrayendo el cuerpo de ella hacia el suyo. La variedad de movimientos y sensaciones que permite la postura es asombrosa: circulares, ascendentes y descendentes, con las piernas de ella más cerradas o bien abiertas... para practicar esto hace falta ser algo parecido a sanson, dado que por obvias razones, no es para cualquiera, hay que estar mamadote para practicarla exitosamente, ademas si te distraes por el esfuerzo, pasaras pensa ante la pareja, no intentarse tampoco si el hombrecillo es de bajos alcances...
Y ASI LO "CREE" EL ATEO
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