Chingue a su madre el que se ofenda.

04 julio 2005

LA HORA FELIZ X

Ambos tendidos de costado, en un lugar cómodo y flexible como la cama. Ella de espaldas a él, en un alarde de destreza, la mujer pasa su pierna externa flexionada abriendo la cosilla rosita al placer, el hombre la penetra haciendo palanca con la pierna de ella que se apoya en la cadera de él. Los secretos que el hombre puede propiciarle a su compañera por la cercanía de su oreja son el condimento perfecto para alcanzar el máximo de placer. La penetración llega hasta la mitad del camino, por lo que el goce viene de la mano de las ganas de que se haga profunda y venga un orgasmo cachondon…cuidado, si la chica no es precisamente una gimnasta, puede estallar un calambre que podría ocasionar una falla en el esfínter o el meandro… Y ASI LO "CREE" EL ATEO...

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