Chingue a su madre el que se ofenda.

10 agosto 2005

CUENTO CORTO (Decima Trilogia - COGER NO ES AMOR, AMOR SI ES COGER)

=Pinche Oscar, deja allí, no ves que me calientas un chingo y luego no pienso…
-En que Viri, en que?, mas rico así, déjate llevar…
=Ni madres cabron, ya guárdate esa cosa, ya me voy, dame un picorete y ya me voy, mi mama esta en la casa esperándome.
Oscar todavía con el suato a todo lo que da se queda respirando profundo, ve como se marcha la Viri y al momento en que se pierde entre las sombras de los árboles, enciende un cigarro.
Tienen 4 semanas de conocerse, los presentaron en una fiesta familiar, los papas son muy amigos.
En esa fiesta, en Naolinco, los dos citadinos asistieron a la fuerza. Una conocida llamada Gertrudis Veladaure, hija de franceses que poblaron el área a principios de siglo, cumplía sus bodas de plata, con una nueva boda simbólica… de 65 años, la pareja lucia sus mejores galas ( vestido color verde guacamole y el anciano un traje azul pastel, creo que Tin Tan alguna vez uso uno así para una película), a fin de cuentas, la boda de la pequeña oligarquía del municipio, era solo el pretexto para que todo el pueblo reventase en un fieston patrocinado, el salón “Guapachoso” en la calle aledaña al palacio municipal lucio lleno toda la noche, por supuesto sirvieron Barbacoa y molito con arroz, el festín llego a las calles, que cuando se tratan de fiesta de ricos, se convierten en zona legal para ponerse hasta el culo.
Durante la fiesta comenzaron a platicar mientras los papas se divertían al son del Pávido Navido y otras mamadas por el estilo, no tomaron en ese rato pero coincidieron en muchas cosas, por ejemplo, los dos eran “vírgenes”, eran devotos de la misma virgen de “NuestraSagradavirgendelaConcepciondelarrollitodondetomoaguaelpastorqueundiavioaJesus” y lo mas importante: Los dos buscaban pareja.
Mencionare vagamente el hecho de que ese dia se regresaron en la camioneta pick up Ranger 2004 del Oscar, quien al llegar a casa de la Viri comenzó con un ritual que se repetiría por mucho tiempo mas.
Varios bailes y muchas cervezas Carta Blanca los llevaron a la cama un buen día.
La Viri al mas puro estilo de la leyenda Oaxaqueña, mancho las sabanas como muestra de virginidad y el Oscar ya con basta experiencia en las artes de trepar en Pony, le confeso mientras encendía un cigarrillo que el no era para nada virgen.
Abusaste recabron, yo pensé que era verda lo que me decías, por que me hiciste esto, si yo te he dado todo lo que tengo pensando en que tu..
--¿En que yo que?, ¿Cambia en algo eso?,¿Me quieres menos?, ¿Te gusto menos?
Después de una larga discusión durante toda la noche, que lograron conseguir gracias a que Viri “estaba de visita con su prima Tencha”, se quedaron dormidos y abrazados.
El pinche Oscar entonces ya pudo andar a sus anchas por el pueblo al que llego apenas hace 4 meses obligado por su papa pues en Tierra Blanca las cosas andaban calientes con eso de las Operaciones México Seguro, decía pues, que pudo andar a sus anchas…seguía viendo a la Viri en plan de novios, pero le daba vuelo a la hilacha con sirvientas, campesinas, prostitutas y alguna que otra doña despistada que levantaba en la carretera con el pretexto de darle aventón. Un día hasta lo sorprendieron con una gallina ocultando su bragueta abajo y con la colita parada…era una fiera para eso de los amores y aunque de verdad sentía algo diferente por la Viri, no podía ni quería evitar seguir encontrando el recipiente de la vida en distintas jetas. La Viri sabia de todo esto dado que en ese pinche pueblito como en miles de nuestro país, un grupo de señoras chismosas hacían la honorable labor de periódico y radio al mismo tiempo. Lloro al principio pero después de algunos días de reflexión comiendo pepitas y cacahuates a lo pendejo, llego a la sabia conclusión de que amaba a Oscar, tal como era, pero que se le tenia que quitar lo cabron, además, amar no es coger…
En una platica muy seria entre los enamorados, Oscar recibió la conclusión y la resolución de todo esto, mientras observaba el vasito de cristal con rastros de la etiqueta de Mole Doña Maria…nada de sexo hasta casarse, después de eso, hasta que se aplacara…
Con una fingida tristeza el Oscar se fue de la casa de la Viri con un besito de piquito y caminando las 2 cuadras que separaban sus casas reía a carcajadas…ya mero voy a casarme por sus nalgas jajajajaa…
Pasaron 2, 3 semanas y este seguía con sus amoríos intramuros, entre los que cuentan sus amigos, esta una reverenda cogida en el mausoleo de su mama, en el panteón local, con tremenda habitación resguardando los restos de su difunta madre, llevo a una señorita de 15 años que apenas introducía a la comunidad local las ondas Dark aprendidas en la ciudad, ella con gran alegría ante la idea, acepto gustosa ir a trozar leña en un panteón…así, frente a las miradas y pensamientos atónitos de una estatua de “NuestraSagradavirgendelaConcepciondelarrollitodondetomoaguaelpastorqueundiavioaJesus”, cogieron salvajemente haciendo un desmadre de colores en la pared embarrada con las flores de su mamita santa. Contaba pues, que siguieron sus amoríos pero poco a poco extraño las palabras de amor y los gritillos auténticos de la Viri, poco a poco se asqueo de las fingidas palabreras de las prostis de a 70 pesos y le fue perdiendo el gusto a las señoras maduras que solo apretaban la boca y no pasaban de ser una tumba con orificio seminal.
Fue difícil convencer a la Viri de esto, de que estaba madurando, la muchacha aunque pueblerina no era tonta, supo que tenia en sus manos al Oscarin y lo apretó un par de meses mas…hasta que el le pidió matrimonio y le demostró con una intachable conducta, que había cambiado. La boda fue en grande y se repitió en dimensiones la fiesta en la que se conocieron, Oscarin se enculo a mas no poder y termino cargado por el suegro y el papa, los dejaron solos y se durmieron en el lecho nupcial.
Los dos rancheros tuvieron un gran regalo de bodas, 15 días en la Habana con todo pagado, se fueron para allá porque nadie reconocería a Oscarito quien en el apellido llevaba el pecado…Oscar Loera Guzman.
En Cuba todo empezó de maravilla, paseos a islas cercanas, conocieron desde la habana hasta Santiago, visitaron restaurantes y por supuesto muchas iglesias activas y abandonadas. Las bicicletas y autos que dejaron los soviéticos de herencia maravillaron a Oscar…al igual que las cubanitas que ofrecían las nalgas y cuerpazos a cambio de unos cuantos dólares…
La desgracia comenzó, (si, siempre tiene que haber desgracias), cuando probaron un mojito cubano y como bomba les cayo, a pesar de tener entrenada la panza con los chilpacholes veracruzanos, quedaron fuera de servicio…así pasaron un par de días sin salir del cuarto, hasta que la Viri lo empujo a patadas para que fuese a buscar medicina o preguntara que diablos vendían para la pinche intoxicación. Paso lo inevitable, los malos pensamientos entraron en la mente del muchacho y repitiéndose: “Coger no es pecado, coger no es amor”, siguió el camino de los burritos de alquiler y dio con el sueño de su vida: Una fila de chicas buenísimas, como ninguna en su historial, dispuestas a lo que sea por comprar en las tiendas de turistas…Una chica de 17 años con los pechos muy firmes y nalgas perfectas sumió en un trance intergaláctico al pobre Oscar…le dejo un sello de 30 cm en el cuello y lo exprimió 3 veces en 25 minutos, toda una bestia para coger, todo un sueño para el tipo.
Apurado, regreso a casa con un manojo de hierbas de Calustaran, que compro de pasada, el ya aliviado pues la ponzoña y el sudor habianle resultado benéficos, le dio un te y mientras ella lo tomaba el se bañaba.
El cuello le paso desapercibido a el, que no vio la marca y ella sintiéndose un poco mejor le dijo al verle la rasgadura: Ya me aliviare para hacerte el otro, te deje mochito mi amor…el con un beso amoroso la cubrió y mientras le besaba sus manos en el gesto mas romántico jamás tenido con ella, estaba pensando como mantenerla enferma mas días para explorar la maravilla que había encontrado en su luna de miel. Se acostó mientras se rascaba una muy reciente comezón en el prepucio.
Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...