Chingue a su madre el que se ofenda.

02 agosto 2005

CUENTO CORTO (Novena Trilogia--PEDRO CHAQUETO:EL CHAMACO DE LOS PELLEJOS DULCES)

Ya Pedrito contaba con 16 años y cursaba la secundaria en prestigiado Instituto Mexica, que, aunque era medio pobre el cabron, la familia le pagaba con bastantes esfuerzos para que tuviera una educación excelente; y no es casualidad que en esa escuela le dieran clases de religión y tuviesen una virgen y un crucifijo en cada salón, que hubiera retiros juveniles y clase de Moral y Ética ciudadana. Olvidaron mencionarle a Pedrito Chaqueto algunas lecciones orientadas sobre su sexualidad…
Una tarde Pedro con la mente limpia y las intenciones de leer un rato el Manual del Buen Samaritano, acostado en su cuarto, sintió comezón en su “miembro”. Inocentemente empezó a rascarse y dado que pocas veces hacia eso, inicio una erección, Pedrito muy emocionado con la sensación logro descubrir que su toletillo no solo servia para miar, sino también para sentir “acá, bien cabron”. Pedro como buen Aguila Mexica, busco en una vieja enciclopedia datos sobre su pene, donde después de varias ojeadas, logro llegar a la palabra masturbación. Siguiendo descripciones y sensaciones el cabron logro venirse y allí fue donde empezó la tragedia. Pedro Chaqueto no dejo ya de masturbarse en cuanto tenia tiempo libre, en el baño, en la sala, en el cuarto, en la escuela, Pedro solo pensaba en chaquetearse. Durante meses duro asi, con la pura sensación, pero su verdadero horror fue descubrir que existía la pornografía. Su mama, además de ser una adicta a las drogas legales en forma de cápsula, era adicta a la pornografía. Un día moviendo el colchón de la cama de mama encontró un puto arsenal porno gigantesco. El chamaco perdió el alma al combinar sus recientes descubrimientos.
Hubo ocasiones en que ya no podía moverse de tanto esfuerzo y cansancio, sin mencionar que se le empezaron a saltar las venas de la mano derecha bien cabron…
Incluso aunque escuchaba “Diálogos en confianza” del canal once, donde declaraba un medico que la masturbación era sana, a Pedro le pasaba todo lo contrario. No le apetecía bañarse y prefería mas o menos cada tres días, abrir la regadera y mientras el agua corría, enjuagarse la cara y echarse una nueva capa de desodorante para disfrazar el olor…Pedro ya no estudiaba bien y olía a madres, no se concentraba y comía un chingo, a pesar de eso, perdió peso y lucia demacrado.
Así continúo Pedro, durante un par de semestres, hasta que al wey se le empezó a antojar morrita. Los rechazos solían ser monumentales, al grado de que algunas simplemente le corrían al ver que s e acercaba, el tipo era llamado constantemente a dirección por acosar con miradas obscenas a sus compañeras, las cuales evitaban a toda costa ser vistas con falda con semejante lunático. Esta situación fue constante y provoco que a Pedro Chaqueto le expulsaran del legendario Instituto Mexica.
Su familia que pagaba 2000 pesos de colegiatura porque la mama era sirvienta de una maestra y le consiguió el 75 % de descuento en la mensualidad, se alegro un poco de que Pedrito dejara la escuela, a fin de cuentas ni era listo ni iba a trabajar en nada decoroso, su madre le decía que a fin de cuentas seria plomero como su papa.
Pedro entonces entro a trabajar a una maquiladora, apenas los 18 años cumplidos, de manera normal, la liviandad del personal provoco lo inevitable: allí conoció el sexo: Una muchacha de apariencia gorilezca le dio a probar sus oscuras armas, Pedro, con los mismos hábitos de limpieza que en el pasado, se dispuso a realizar una de sus mayores obsesiones: Un Blow Job…Mireya (la chica gorilezca), se dispuso a probar el “organo” de Pedro, el cual ya lucia una pequeña pasta amarilla que a decir de Mireya, olía a los salmones que empacaban en la fabrica de donde la corrieron…se dispuso y lo hizo…Pedro sabiendo de su suciedad esperaba ya el reproche de Mireya quien al contrario, disfruto mucho el momento. Después de un tiempo la voz se corrió en la fábrica y todas las chicas querían conocer más a ese nuevo chico que lejos de seguir siendo apodado Pedro Chaqueto, ahora era llamado el Chamaco de los pellejos dulces… Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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