CHESPIRITO MIERDA-MASA

Quien no guste de mis razonamientos de adolescente, desde siempre han tenido la libertad de irse a la verga, mas en este momento, corranle, tomen el falo de siempre. Lectores iracundos, sigan las líneas.

Una cosa es “humorismo blanco” y otra cosa es humor pendejo para gente pendeja.

Durante décadas, este personaje creado por Roberto Gomez Bolaños, con bufones – accesorios, han divertido y enajenado a por lo menos un par de generaciones, aun sigue la tortura, puesto que siguen transmitiendo el programita que aun reditúa.

¿Cual es mi problema con el buen Chespiro?

Para comenzar (y no creo terminar en este post), su admiración por el lenguaje, saca su apodo de Shakespeare (en diminutivo), para desmadrarlo haciéndose llamar Chespirito, como diminutivo…decía, el tipo expresa una admiración y adoración por el uso del lenguaje para crear abominaciones digeribles como: Se me chispotío…a la chingada con eso, que mamadas, o como “No hay de queso, nomás de papa”…la penetración de su humor, la fuerza de la transmisión y del arraigo que ha tenido el tipo, ha provocado de manera inevitable que todos lo conozcan, yo lo vi, lo acepto, pero cuando empecé a tener uso de conciencia decidí alejarme de esa mierda.

La idea de transmitir lecciones morales por medio de un personaje televisivo es buena, pero no con pendejadas como esas, por favor, el reírse de que el “chavo” le de un golpe con una maceta en el estomago al Sr. Barriga es una puta falta de dignidad, simplemente te dejas caer, te pierdes en la vastedad de lo insulso…

La introspección en la cual caen sus espectadores es pesadumbre, el escuchar niños repitiendo las aventuras y repartiéndose personajes de ese programa es simplemente demoledor, admiración por la estupidez, por las idioteces de los personajes, admiración acompañada de repetición, instrumento de control, de negocio, de enajenación…estar sentado durante una hora viendo esa madre reditua mucho, es total ejemplo de la “CAJA IDIOTA”…

Si tienes una edad considerable como para poder cambiarle de canal a la tele y no lo haces, incluso lo haces, pero para buscar este programa, puede ser que estes actuando sin pensar, que una rara fuerza llamada pendejez te haya bloqueado los sentidos para lograr apreciar el trasfondo de un montaje de identidad colectiva…

Ha funcionado en muchos países, sobre todo en esos que poseen semejanzas con México, Latinoamérica y las naciones asiáticas, de esos que disfrutan de comprarle novelas a las televisoras mexicanas, un humor burdo, simplón, sin inteligencia, que explota el lado imbecil que todos tenemos.

Cada pueblo tiene el gobierno que merece…y la televisión que desea también, así que el mexicano tiene aun sus repeticiones, sus dosis periódicas de estupidez y su humor que coquetea con las postrimerías de lo humano.

Usen su tele como se les de la gana, así como yo, sigan viendo supositorios de ahuevo, de esos que el cerebro no puede rechazar dado su encantador tintineo rítmico, sigan disfrutando de perder su tiempo con visiones que degeneran el lenguaje, la televisión, el cine, los guiones, el teatro. Sigan comiendo de la mano de Televisa y consumiendo su Coca – Cola visual, así como los padres, los abuelos, los hijos. Sigamos en el mismo camino, en el camino de la repetición, de lo soso, de lo vano, el camino que ha sido recorrido por las ultimas generaciones, el de la inocencia hipócrita, en el del control de las masas, maniatados mentalmente con el pretexto de los valores y las buenas costumbres, del respeto y la armonía…no los niego ni los rechazo, me niego a la manipulación en su nombre; dejemos llevar entonces por la misma música, por la adoración de ídolos de farándula, por la admiración de lo pendejo. Avancemos pues en la vereda que nos lleva de la mano a la alimentación de cerditos rococó, sigamos siendo bonachones riéndonos del tipo, mientras talento verdadero deja las artes por no conseguir un espacio que le de de comer, talentos creativos han desertado al ser rechazados por nuestra gloriosa televisión comercial, alimentémonos pues de las secuelas, de las huellas, de los discípulos, aplaudamos al gran hombre que al igual que Velasco, Jacobo y Don Francisco, han entretenido a la gente que se queda allí al “al borde de la muerte”, en busca de la consecución de una trascendencia personal, cultural y recreativa.

La mayoría es democracia y hace gobierno, el pueblo es patria, así en este caso, nadie aprecia la verdadera trascendencia de la influencia que tiene este señor, a lo mucho se le aprecia como alguien chistoso y ya. Me abruma pensar en que mis hijos repitan sus frases y lo reconozcan antes de que sepan sumar e incluso hablar bien…es otro cáncer tipo reggeaton y za za za.

¿Un cancer? Si porque acostumbra a la degeneración de la critica, de la búsqueda de mejoras, de la profundidad, acostumbra a la simpleza, diminuye ese espíritu de enfrentamiento de competencia, define al mexicano conformista, al mexicano pobre que se conforma con ser buena gente, lo hace creer que lo importante no es ganar sino competir…frase de perdedores…motiva a los niños a

"Diversion sana, rescata valores, resalta la amistad, humor sin doble sentido, emociones sinceras"...y lo que aleguen, todo disminuye lo rescatable en la personalidad de alguien, guiandolo a ser un borreguito simpaticon...

Tal vez ahora no sea tan notorio, pero en los primeros televidentes de esta serie, la influencia era importante, al igual que cantinflas o el santo, ídolos que marcaron una época cultural, una identidad del mexicano urbano, el mexicano humilde, así, sin mas, Chespirito esta destinado a ser una de las joyas y leyendas de la Televisión…y por que no, de la cultura mexicana, cosas de estas hacen que la gente piense que ser mexicano (no por la nación, sino por su gente) es una desgracia.

La televisión mexicana necesita un cambio, pero en función del consumidor, no del oferente, así ya nos chingamos la minoría que pueda leer entre líneas esto y no dejarse llevar por la euforia sentimental que causa un “niño sin hogar que vive en un bote de basura”…por algo lo abandonaron al cabron…

A comer lo digerible, pues no hay mucha capacidad en el hígado de una familia con cirrosis.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...