Chingue a su madre el que se ofenda.

18 enero 2006

CUENTO CORTO -- 19VA TRILOGIA -- TOCANDO FONDO (REPUBLICADO)

- Eres mi todo, mi amor, mi idilio.

Sin la menor vergüenza declare mi amor a la tipa que encontré en ese salón de baile. Delgada, chichis chiquitas, de cabello rubio, chimuela y una apariencia de caricatura despectiva de Laura en América, me beso, la bese, nos fundimos en un beso hipócrita pero de alta intoxicación etílica.

Camino a su casa, pegaditos, apenas podía cambiar de velocidades, mientras el espantajo aquel me pedía que le cantase una canción. Le cante la de Amarillo Dulcebeat, de Juan Coronel. Cayó más aun en un enamoramiento.

Su depilado me provoco comezón, su interior me pareció lo mismo de siempre, solo que con otro rostro. El vidrio empañado fue aclarado por el viento que entraba a toda velocidad cuando me marchaba de su casa. No recuerdo su nombre. Solo recuerdo que le propuse matrimonio, incluso frente a su padre que con una pistola nos sorprendió en las afueras de su casa cogiendo. No quiero más de esto.

Alcohol, mucho alcohol y ambientes turbios.

Para que me sirve andar disertando con periodistas azotados, de que me sirve debatir sobre México y su jodida condición con corresponsales de Notimex, de que me sirve perder mi tiempo y mi dinero en la consecución de nuevas conquistas en barecitos culturosos. Sirve de algo formar castillos en el aire con estos esclavos del influyentismo, de la “socialite”, ya no mas engaños, no mas pretensiones.

Con que se come el anatema de la popularidad, del riesgo, la excomunión ejercida voluntariamente.

Ya no le encuentro interés a seguir cayendo, a experimentar nuevas cosas, a meterme cada vez más en el sinsentido. ¿Cuantas veces mas tendré suerte y no moriré en el intento al retar a la autoridad fuera de cantinas, cuantas veces mas no firmare pactos para deshacerme de mis pesadillas, mandando a golpear, golpeando o siendo golpeado?

Gente drogándose en los baños de bares de mal nacimiento.

- “Ando bien grifa”

Que interés puedo rebuscar en esto. Pinche gente, son mierda, son una mierda que no tiene valor.

Siempre lo he sabido y no hay más. No necesito mas pruebas.

Coger dentro de un baño del Zacazonapan. Ilustre juventud. Que puta emoción. Ni me protegí. El día de hoy ya me importa. Las cicatrices a veces quedan incluso en la cara.

Por cuanto tiempo mas disfrutare de entrar a barecitos y ver como ancianos replantean su sexualidad besando a otros viejos y acariciando la entrepierna de jóvenes ebrios que no saben aun trabajar para mantenerse. Acabar por compromiso en un bar de homosexuales y lesbianas, protegiéndome las nalgas de los roces enfermos de fenómenos que se disfrazan de mujer, que se operan, de bigotones que de día son orgullosos machos de oficina o narcotraficantes y de noche se manosean con otros bigotones, de pochos pelones que igual sacan una Uzi o te maman la verga, nomás por el puro placer de hacerlo.

La libertad hecha libertinaje, aunada a la idea de que el éxito y la vida no importan si no es para disfrutarse de la manera que quieras, son un pretexto, pretexto de gente débil, que simplemente no puede con mas y se oculta tras una mascara de valemadrismo intelectualoide. Yo no caeré en eso. No seré uno más de esos hippies modernos que traen sus tambores de bar en bar y que incluso tocan sobre los puentes peatonales con un sonsonete admirado por una horda de estupidos. No necesito la admiración de gente a la que no admiro. No necesito que me pidan autógrafos mariguanitas que leen mis libros. Ni llamar a nadie que regale su numero telefónico en mi correo electrónico deseando conocerme. Eso no me causa ningún pinche gusto.

Estoy harto de escuchar como se hacen buenos contactos dentro del mundo del periodismo, dentro del mundo de la literatura. No me interesan mas los caminos repasados para llegar a vender, para llegar a las editoriales. Cada quien que viva su realidad, yo no quiero conocer a Hank, Castañeda, Elorduy ni a Vazquez Raña, no quiero que me hagan favores ni que editen mis textos para hacerlos mas digeribles, menos duros, menos crudos. Estoy harto de tragarme mis sentimientos y engañarme con la pose de burócrata con influencias para que las chicas se interesen en mi.

Ya no deseo el interés sexual de las mujercitas desubicadas que encontré durante los últimos años, desde que vagaba yo por el Lugar del Nopal hasta las presentaciones de libros en el CECUT, donde las chicas Ibero por menos de 15 minutos de discurso, me invitaban a comer a sus casitas en La Joya o en Playas de Tijuana. ¿Recuerdas eso Ana Laura? Ya no deseo eso.

No deseo probar drogas ni fumar cigarros. Tampoco orgías ni tríos en casas de la colonia Chapultepec. No me gusta entrar a casas de millonarios, por mas sabrosa que este la dama en cuestión.

Domingo por la noche, encontrar a una amiga de un amigo, ayudarla con la batería de su auto, pasarle corriente, eléctrica y seminal. Estar con gente que a mi juicio no vale nada. Yo a mi juicio no valgo nada. Eso lo tengo que cambiar. No quiero llegar a los 30’s o 40’s azotándome por cosas de adolescentes, no me veo en los mismos lugares enjugándome con la misma mierda de siempre o cantando en un bar llamado la Capirucha.

Ya se lo que quiero.

Un mejor empleo, autorrealización. Una vida más tranquila. Una mujer, alguien que me quiera, que se entregue, que no tenga pedos existenciales irresolubles. Alguien a quien seguir o que me siga, que duerma conmigo, que se levante y juntos hagamos el desayuno. Quien vea en mi a un amigo, compañero, hombre. Que en las noches de invierno pueda ver películas con ella y tomar chocolate y pan dulce, no sin antes comer tamales. Todo esto debajo de muchas cobijas, en nuestra casa…sin necesidad de estar embriagado en algún tugurio, compartir cosas mediante el respeto y el amor, que no sea cuestión de quien puede mas, sino de una identificación sincera, que ella sea mi máximo, que vea en ella a la madre de mi descendencia sin sentir dudas, que este seguro de que mis mas estupidos complejos o estereotipos puedan estar a salvo confiados en ella. Que no renuncie a mí, a pesar de todo.

Quiero ahorrar para comprar una pantalla de plasma, para una salita y para comprar los cuadros que tanto te gustan, quiero que tu colección de discos de vinil aumente, que sigas con tus proyectos, esos que te hacen grande. Yo seguiré mi camino, te veré en un futuro, cuando te vea en otras condiciones, estoy ebrio y no puedo hablar bien. Tu estas sentada con tus amigas, con esa adorable bufanda blanca y un suéter de cuello de tortuga. Peinado perfecto, risa hermosa. Alcanzo a leer tu nombre en los labios de tu amiga, creo que te llamas Susana, eres bella, sin excesos ni excentricidades, sin pendejadas de adolescentes ni exageraciones de anciano. Rechazas bebidas y te conduces con cordura, te cuidas y te deseo. No puedo ir a presentarme, no puedo con los nervios y estoy muy borracho. Te veré muy pronto, jugare legal y no quedara nada de todo lo expuesto. Me recompondré, valdré la pena para ti y para mi, por mi bien. Quiero cambiar esto y buscar la manera de que tú seas quien este conmigo en las noches de invierno del resto de mi vida.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

1 comentario:

Anónimo dijo...

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