Chingue a su madre el que se ofenda.

22 febrero 2006

RETAHILA FICTA -- ¿NO ODIAS A LOS ESTADOS UNIDOS?

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Tomaron la decisión correcta, eliminaron a los nativos, los indígenas, construyeron una sociedad de migrantes y no se mezclaron al grado de crear un obvio mestizaje; nosotros por el otro lado, nos mezclamos y el resultado ha sido un horrible experimento que ha fracasado, el mestizaje fracaso. Nuestra sociedad es la clara muestra. Ni que decir de Latinoamérica. Entre menos mestizos, mayor avance.He alli la base de su discriminacion hacia negros y latinos, somos carne de cañon, no bastion para su progreso.

La penetración de la ganadería anglo en las zonas aun no cedidas por México, durante el siglo XIX; la penetración agresiva e ilegal del capitalismo que destruyo los lazos productivos y que desencadenaron en la disminución de posibilidades de triunfo en un terreno ya lastimado, en la guerra México – Estados Unidos.

La Iglesia católica prohibía el flujo migratorio de creyentes de otras religiones, es así como California y demás estados perdidos, no fueron poblados a tiempo impidiendo su desarrollo, todo por un decreto humillante, todo gracias a esa religión que todo México adora. Estados Unidos se abrió a todo tipo de culturas y pueblos, vean lo que es ahora. De no haber sido Estados Unidos hubiera sido Francia o Inglaterra, quienes ya preparaban su avanzada, México por su adhesión a ideologías cerradas y retrogradas comandadas por la Virgen y demás ridiculeces, perdió y sigue perdiendo.

El racismo durante la fusión cultural de los territorios anexionados, la persecución y discriminación hacia mexicanos en la búsqueda de una ciudadanía, mas que representada por papeles, representada por una psique étnico cultural respetada en un territorio hostil.

Entre 1900 y 1930, cerca de un millón y medio de mexicanos migraron para trabajar en condiciones infrahumanas, el abuso fue obvio y premeditado.

Durante la Gran Depresión de los treintas, existió una deportación masiva de mexicanos, aun con ciudadanía, donde bajo la premisa de proteger la economía norteamericana, como a animales, se nos busco una solución “practica”.

Se les vendieron derechos civiles a mexicanos a partir de la segunda guerra mundial, solo por participar en ella, muestra fehaciente del capitalismo en su expresión ética, al American Way of Doing Things. Los chicanos muertos en cantidades sorprendentes, los tratos excesivamente complejos a los trabajadores agrícolas, la represión durante la década de los 70’s…

Su influencia, al estilo de Plutarco Elías calles, sobre los gobernantes mediocres que han gobernado el país, ha desatado una serie de factores que eternizan el abuso legitimado sobre todo el país, al estilo Salinas, quien esta por demás decirlo, vendió al país firmando un TLC disfuncional para nuestra nación.

Sus políticas nos han influenciado a tal grado, que ser Cachorro del Imperialismo Yanqui o que la frontera sureña de los Estados Unidos sea caracterizada por el Río Suchiate suene bastante diplomático.

Nos dominan y han demostrado innumerables veces, que en un sentido practico, son mejores que nosotros en el asunto de la sobrevivencia y la consecución de objetivos; nos compran materia prima y nos la venden procesada a cambio de una esclavitud disfrazada de un peldaño de la división internacional del trabajo.

Construirán inevitablemente una barda que dividirá nuestros países, recordándonos que esa tierra que veremos a través de la televisión en ese día de inauguración, fue territorio nacional, vaya paralelismo.

La agricultura industrial, la Biotecnología y genomica están acabando con el campo; Wal Mart ya nos domina y la comida consumida en México, en un 50% proviene de Estados Unidos. De cada dólar, el productor campesino recibe 2 centavos en el modelo de producción de esta empresa, un mounstro empresarial que se come a México con una sonrisa en nuestra cara, como la de su logotipo.

El odio al país del norte no debe existir, la preocupación debe radicar en conocer la historia de nuestro país, en buscar una nueva clase política que se ponga al nivel de la sociedad mexicana contemporánea; una sociedad conocedora de las ventajas del país vecino, capaz de aprovechar la situación geográfica y económica de México, no para vender mano de obra de analfabetas en las grandes ciudades; mas sin embargo, entender que lo que vale son los intereses, no las amistades, Estados Unidos no tiene socios, tiene intereses definidos. México no quiere superar el compadrazgo que nos arrastra al plano del que no atinamos a salir.

Como dijo Bataller: “El peor castigo que se le puede imponer a los mexicanos es que se autogobiernen entre ellos mismos...”

Todos los nacionalismos son malos, el nuestro, nuestra peor condena.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...