Chingue a su madre el que se ofenda.

06 julio 2005

LA HORA FELIZ XII

Las piernas se entrelazan en esta postura sensual y placentera, donde la mujer permanece acostada y con las piernas abiertas esperando que su compañero la penetre sentado y tomándola de los brazos para regular el movimiento. El pene entra y sale desviando su movimiento hacia abajo, ya que la altura del vientre de la mujer queda levemente más arriba que la del hombre, un hombre panzón no debe intentar esto, ya que corre el riesgo de descoserse la cola y echarse un gran pedo, posición perfecta para vivir del romanticismo del amor a fuego lento (que mamon se oyo)…
Y ASI LO "CREE" EL ATEO...

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