Chingue a su madre el que se ofenda.

09 agosto 2005

LA HORA FELIZ XX

Esta postura se realiza con la mujer en la posición dominante, lo que resulta muy excitante para muchos ya que modifica sustancialmente lo tradicional. De esta forma ella puede frotar su clítoris en el vientre de su vatillo con más facilidad y a su antojo. Es ideal para las mujeres a las que les cuesta llegar al orgasmo y necesitan una estimulación muy directa del clítoris y los labios vaginales. Además el hombre puede tocar grosera e impunemente las nalgotas de su compañera, meter sus dedos en el ano de ella y atraerla hacia su cuerpo con fuerza tomándola de las nalgas. El control de su compañero puede darse cuando él levanta sus rodillas y toma sus nalgas, penetrándola al ritmo que él desee, rápido o lento. Simplemente de poca madre…
Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

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