Chingue a su madre el que se ofenda.

26 septiembre 2005

CUENTO CORTO -- 16VA TRILOGIA -- EDICTO

La angustia de Felipe es profunda.
Al ver su cara aprecio el miedo a una dimensión no imaginada, verlo me contagia su preocupación, sus ganas de llorar.
El medio día de un lunes marca el inicio de su jornada, yo lo observo y siento pena, temor, angustia y también siento sus y mis propias ganas de llorar. Es un ser humano como yo, con vida, con problemas, con miedos. La vida lo puso desde el inicio en una posición imposible, en una disyuntiva que no podría ser superada por nadie que hubiese nacido en su lugar. Con padre desconocido, dos hermanos mayores, uno de 2 y otro de 4 y una mama que al dar a luz su tercer hijo murió de desangramiento en la cama #334 de la Cruz Roja de la Vía Rápida, el nació un 13 de Diciembre de 1981.
Su tía los recogió, nunca los adopto, nunca tuvieron un nombre, ni acta de nacimiento.
Felipe se salio de casa de la tía a los 8 años junto a sus hermanos, lejos de ser un pan de Dios, la tía los jineteaba, trabajaban para ella, ganaban hasta 150 pesos diarios por cabeza y comían muy mal, los niños siempre son buen negocio al pedir limosna.
Al crecer y lucir como adolescentes Felipe y hermanos abandonaron la limosna y se dedicaron a limpiar autos, al paso de los años su piel dejo de tener una textura humana, la resequedad y el matiz los segregaron de la sociedad, de tal forma que las muchachas de secundaria los miraban con asco y ellos lo notaban…
Un buen día un señor mayor llamado Don Gyny les enseño el arte de ser tragafuegos…no involucrar la lengua, no tragar, escupir alejar la cara del fuego…pronto los chamacos dominaron el asunto y se ganaron su dinero entreteniendo…
Hoy viven permanentemente dañados de la garganta, con cáncer y con infecciones en las cuerdas vocales, Felipe casi no puede hablar y ya dejo de tragar fuego, hoy se posa frente a mi ventana haciendo malabares, yo lo veo y me identifico con su tristeza, con su nobleza; me pide que baje la ventana para platicar y la bajo…le doy 3 pesos que me sobran y mientras los toma me jala con las manos y me estrella contra el parabrisas, me saca una navaja y me la encaja levemente, ya siento el calorcito y la sangre…se lleva mi cartera y las llaves del carro…
Me dan de alta en la cruz roja y me recomiendan que me haga un análisis de VIH, porque la herida fue con un cuchillo que parece estaba bastante contaminado.
Me dan los análisis, los leo, no entiendo.
Se los llevo a mi medico y me dice tristemente que estoy infectado de VIH.
La venganza dicen no es buena, pero como baja la presión.
Felipe esta muerto.
Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

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