A el le gusta viajar en camión, evita usar el trolebús, solo camión. En este pinche pueblito Michoacano solo hay trolebús, camión de primera y de segunda…a el le gusta irse en el de segunda porque se pone mas lleno, suda mas, hay mas hombres raros que lo tortean por maricones y lo mas importante…suben animales.
Por las tardes, después de vender flores y globos en el parque, regresa a casa en busca de su terapia diaria, regar el jardín, darle de comer a las palomas que se comen el maíz de la granjita de atrás y…platicar con su gato…
Con su gato el tenia una relación especial, este animal (Bruno, no el gato), solía hacerle de comer carne de la mejor (de la que podía encontrar en la pinche carniceria pinchurrienta de la cuadra), así que el gato siempre tenia alimento, sin importar nada mas. Gozaba de toda la tarde llenas de caricias, juegos y cariñitos. Pero Bruno un día decidió dejarlo solo. Fue en busca de un tragafuegos que conocía y del cual se había hecho amigo. El tragafuegos al ver señales sospechosas como los ojos cerrados de Bruno diciendo: “Hay momentos ideales para un beso”, lo mando muchas millas a la chingada. Bruno quería amor, no precisamente de ese que dan las madres, los amigos o las parejas…quería amor del que otorga el venudo (quien no entienda que es venudo, haga el favor de abandonar esta lectura corta)…
Próximos días a ese acontecimiento con el tragafuegos, su madre decidió ir a cuidar a su sobrina que había parido trillizos, se fue pues unos días de casa.
El recabron este al no tener que hacer, comenzó a ver películas porno que rentaba en la video de la colonia, asi al calor de “Negras Tentaciones en el club de golf” conoció lo que se llamaría, ganas de echar pata. Desesperado por el ardor, (no precisamente en el pito), comenzo a moverse y ponerse inquieto…su gato al verlo, se subió sobre el y este, encuerado, no dudo en abrazar a la pequeña bestia peluda…el gato al detectar el horrendo olor a atún, se acerco al penecillo del Bruno Ruiz y comenzó a lamerlo…Bruno entusiasmándose, eligio intentar una atrocidad…no, no se cogio al gato…le puso la cola y se dispuso a ser violado por el…pronto experimento poniendose leche en el culo, decía que era magnifica la sensación rasposa en el asterisco.
Los días pasaban y este cabron ni de vender globos se acordaba, se endioso con el gato, el gato, el gato, siempre el gato, todo el tiempo el gato. Mientras, la mama le limpiaba la mierda a los hijos de una cabrona huevona.
La semana pasada Bruno enterró a su animalito, este murió sospechosamente, vomitando sangre, cosa rara pues Bruno nunca dejo de cocinarle ni dejaba salir al gato de su cuarto. Fue asi, como Bruno decidio entonces, entrar a estudiar negocios internacionales con la esperanza de comecializar la idea de vender mascotas cogibles.
Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...
1 comentario:
Where did you find it? Interesting read »
Publicar un comentario