Chingue a su madre el que se ofenda.

04 enero 2006

DEL TE AMO

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Y es que existen ocasiones en que hay que rebajarse a ese nivel, para obtener lo que se desea, esto incluye desde prestamos, sexo, apariencias, hasta un hogar con obligaciones compartidas para buscar la “independencia” que el pendejo no puede obtener por si mismo. Soy un pendejo por descarte.

Y es que el amor es un invento pitagórico del hombre “conexo”.

¿No es acaso la orfandad de la que no se libra, la que va guiando a la búsqueda de alguien con quien compartir, “amar” y ser amado por?; ¿Estas desviaciones no son acaso muestra de la misma carencia de valor del concepto?, mas aun, son un rumbo que embriaga y da un pretexto mas para justificar la idiotez nata.

El amor es una falacia, una mentira románticamente irónica.

Si el amor existiese, seria impronunciable, no habría necesidad de pedirlo y de darlo en dotaciones de verborrea susurrada al oído. No existe.

Y las ocasiones patéticas en las que uno lo expresa, son movidas por un interés mas profundo, no tan superficial como una sonrisa; es movido por algo como, por ejemplo, montarse en un par de nalgas de dudosa inauguración.

Y son precisamente las victimas de la mentira, del engaño, de la tontería, quienes piden la palabra amor y la repetición de su vacío, solo para justificar el ser usadas y desechadas, ellas, al “entregarse” en nombre del mismo, sustraen de si cualquier tipo de responsabilidad, de carga, ellas son las débiles…física y mentalmente.

El enamoramiento es la etapa de una relación, donde el tipo esta dispuesto a mentir, con entusiasmo y hasta malgastar su dinero en la mujer. Hay quienes incluso llevan serenata o regalan flores; vaya necedad de las tipas, el considerar esto una acción inspirada por su forma tan agradable de ser, por su espiritualidad, su interior o mamadas de esas. Un hombre solo busca la admiración de un buen cuerpo y el reconocimiento por el trofeo conseguido, eso es todo, es una cacería.

Y si hay que demostrar el “amor” en situaciones difíciles, es porque no hay de otra, no por gusto. Ayer mi pareja tuvo un percance en su trabajo, cayo por las escaleras y se fracturo 3 costillas. No es cuestión de amor, si no hago algo, la presión externa me apretaría hasta explotar; por lo que cómodamente soltare un dinero para que alguien mas la cuide. Tal vez la visite, le lleve flores y le diga que la amo, que temí perderla. Quizá hasta una lágrima me salga; disfruto ver la sonrisa en su cara, los ojos de estupida brillantez. Eso me excita.

Y cuando he pronunciado la palabrilla, lo he hecho por diversión…ah y por que no podía cogerme a esas mujeres sin que escucharan la palabra. Es mágica. Así como la negación, el decir no te amo, rompe lazos y los rompe de manera aun mas sorprendente.

Lo mismo pasa con el noviazgo, es exactamente lo mismo.

Y sucede, que “hacer el amor”, es precisamente la esencia pragmática del titulito. Amar es coger, es el único móvil, todo lo demás, es una accesorio conmemorativo del evento. Una casa, hijos y cualquier mamonada que surge, es a causa de “hacer el amor”.

El sexo es el motor del mundo, a la usanza dialéctica de Aristóteles, el único motor del mundo es el sexo, es el Dios de los humanos. Y los vividores del celibato y la abstinencia son los seres más degradados y peligrosos en la sociedad. Y la doctrina que los apoya, es el veneno más agresivo en contra del hombre, es precisamente por eso, que las religiones escupen asuntos de amor al prójimo y a las imágenes; porque proclaman el amor, siendo concientes de que es una mentira que sirve muy bien para manipular. A cualquier nivel.

El egoísmo y el amor a si mismo suelen confundirse. No hay tal amor. Es hedonismo.

Y si hoy pronuncias dulcemente las palabras TE AMO, sintiéndote convencido, ya sea por la causa que fuese, dentro de algún tiempo, corto o largo (hay quienes aguantan la vara encajada toda la vida), después de un tiempo, pregúntate, ¿AMAS de verdad?...o quisieras cambiar unas cuantas cositas en tu vida y tu pareja (No es normal pendejo). Hay quienes aun con la vara oxidada en el esfínter, tienen la gallardía de no arrepentirse. Orgullosos masoquistas.

Ya no hay mas, la liviandad y el libertinaje adquieren tintes aceptables, cuando es incluso premiado decir mentiras y mofarse de estas insulsas idioteces. Yo me adapto como mercenario y tipo sin convicciones, el mundo y la vida es muy complejo como para vivir derrotado por una ideología, la premisa, cuando menos debe ser, andarse sin prejuicios, quieres amor, te doy amor, quieres pendejadas, pendejadas te doy, pero nada mas un ratito, que hay mucho camino por andar.

Y sere culero, pero no digo mentiras ni hago bebes a base de ellas.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...