Chingue a su madre el que se ofenda.

19 junio 2006

RELATO FICTO -- REMORAS URBANAS Y RURALES

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Confirmo mi utópica intención de favorecer con mi simpatía, a quien pudiese desaparecer algunos cientos de miles de animales rastreros, que disfrazados de humanos, viven y habitan centenas de colonias por todos lados, como ratas, como gusanos que se alimentan de porquería.

La ayuda a la clase pobre no es más que un argumento desechable y modestamente pasado de verga. La intención de favorecerles con mas casas, calles y alumbrado publico, atraer inversión extranjera directa, vía maquilas, fabricas y empresas que ocupen a estas lacras, es una idea, mas que pendeja, realmente escalofriante.

Si cabron, a mi me parece escalofriante, que se ofrezca mas trabajo, con tan poca exigencia, que te permita dejar la escuela, casarte con otra obrera y vivir como viven las miles de reproducciones de este planteamiento.

Después viven en casa de la familia, que tiene además dos o tres familias de hermanos viviendo allí, quienes trabajan en la misma fabrica o en la vecina; tiene hijos, que son arrojados a un corral donde entre caca embarrada y pañales hediondos, transmiten rotavirus y diarreas exóticas a mas familiares en mameluco.

Mas tarde, después de las jornadas de destrucción “neuronal”, al fin de semana, descansan con unos tragos de cervezas, escuchando música fácil, viendo televisión fácil y hablando pendejadas fáciles. Los adolescentes en el medio, vagan en minifaldas, buscando dinero, alcohol o sexo, que les lleve del escenario mísero de sus cuartos de madera y techo de cartón, hacia momentos de placer recurrentes. Mas tarde, un embarazo no deseado y un matrimonio forzoso harán la función de validación social, para evitar que el amigo del amigo del primo, saque una pistola que anime al futuro papa.

Los narcocorridos son cultura. El concepto de cultura esta mas prostituido que las mujeres con seis hijos de diferentes padres, que se mantiene soltera. Los narcocorridos fomentan y alaban la cultura del narco. Los chamacos sueñan con esos modelos de contracultura, de contra – autoridad, de rebelión. Pero los reportajes que alaban la forma de expresión del pueblo mexicano, son parte responsables, de la descomposición social que causa este medio de difusión, de mensajes “productivos”.

Domingo de visita al esposo al reclusorio. Filas entre personas descompuestas, gentes que la han perdido. Han perdido el hilo, se les fue la cola del papalote.

Los ancianos y los analfabetas me irritan. Me emputan, me frustran.

Calles decoradas con rayados en pintura spray, que simbolizan la estupidez del que no tiene ninguna respaldo en el cerebro. Casas que desbordan carencias y donde viven felices, entes que no entienden del mundo y jamás han aspirado a eso, ni a nada.

¿Cómo puede ser ayudado alguien, que no entiende su situación?

RESPUESTA:

Dándoles televisión, entretenimiento, droga y sistema, un sistema que en su ilusa ingenuidad, se conforman con las tranzas en video, las campañas políticas de acarreos, números en la bolsa que no entienden, tasas de interés, hipotecarias, promesas redundantes. Dándoles trabajo seguro, en numerosas empresas, donde se les lleve en camiones a sus colonias, al mas puro estilo nacional socialista.

Pero ya veo que mis utopías tienen respuesta, se les tiene en colonias apartadas, se les construyen casa en serie, como jaulitas, se les segrega del ambiente de los propietarios del capital, con precios, casetas, guardias, estatus.

Veo llegar los vehículos públicos llenos de animales con camisetas rojas en apoyo a Roberto Madrazo; les veo recibir su dinerito, como buen perro de circo, después de ejecutar un acto de equilibrio.

Sueño u observo, no alcanzo a dilucidar si imagino o soy testigo, de cárceles con esclavos que rinden servicio eterno, a una cadena de mercaderes, que explotan su trabajo, con los mínimos beneficios que plantea la democracia moderna. Veo reyes en palacios de cristal, que se preocupan de números racionalizados en engranajes con sangre y huesos. A lo lejos veo que los esclavos realizan ritos en jaurías iracundas, que destruyen sus guaridas, las rompen, las arrojan al carajo y las reconstruyen en la siguiente jornada.

Duermo feliz, sabiendo que la aniquilación es gradual y el justo premio a la pútrida existencia del proletariado, es una realidad, en la cual estoy inmerso, sin afan de observación, solo sobre vivencia.

Una aniquilación en campos de concentración ya no me satisface, es mejor la crueldad disfrazada, el cinismo, el sufrimiento. Lo están viviendo y darse cuenta de ello es interesante.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

4 comentarios:

Dra. Kleine dijo...

Y cuando se acaben que???

Jonas dijo...

eso es un problema que se da casi en todo el mundo y como yo lo veo es una manera de mantener controlada a la masa pobre de nuestros pueblo, poca educacion y darles lo basico para que sobrevivan y asi hacer con ellos lo que quieran.

Nebe Gebhardt dijo...

La soledad del espectador imaginado es francamente escalofriante. Saludos Ateo.

Mariana dijo...

Ahhhh, si se ven muy bien en camiseta roja... gritando consignas torpes...

Asi que es interesante? que, casi, casi un despertar en masa aqui en tu blog o no?. ¡Miralos quien los leyera!

XD