Chingue a su madre el que se ofenda.

21 mayo 2007

DIVAGACION DE UN DIA EN EL SIGLO XXI (Y EN MEXICO)

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Camino apresurado por la acera de relieve adoquinado, apresurado y como siempre, ya no por el temor a llegar tarde o el estimulo a llegar antes, al sitio que radicalice las situaciones cotidianas, simplemente no puedo evitar caminar a prisa, como un robot manipulado en sus entrañas para realizar ciertas (todas) actividades como una acción incuestionable.

Viajo en un autobús donde no importa si mujeres, hombres, ancianos o discapacitados ocupan los lugares en los sillones forrados de vinil color azul pastel, simplemente algunos mezclados entre las especies mencionadas anteriormente, viajan ya sea sentados o parados, apoyados en la puerta que sin saberlo el viajante, no obedece a una orden mecanizada del conductor, sino a el peso del mejor postor, del que mas empuje queriendo salir.

Los celulares suenan en la fila bancaria. Algunos con temor, lo abren y apagan rápidamente, obedientes de un letrero que dibuja un teléfono portátil encerrado en un círculo rojo que se parte por la mitad. Otros lo abren y hablan en voz baja para evitar ser descubiertos, ignorando o atropellando el motivo por el cual no dejan hablar por celular en la fila de un banco. Pocos saben que los sistemas electrónicos no se alteran, simplemente es una medida de seguridad contra robos. Para que el adelantado, no avise al refuerzo, que el gerente no esta y que las cajeras están echando la chorcha.

Condones, muchos condones, de sabores, de colores, grandes, gigantes, como para un elefante. Amantes y esposos, prostitutas y recién ingresados al mundo de la mayoría de edad, exploran un “Sex Shop” que a las diez de la mañana se esmera en registrar ventas explotando la soledad que acompaña mas de cerca cada vez a los habitantes de la ciudad.

La soledad. Estar frente a la computadora, leía yo, es estar solo. Automatizar una maquina que te provee de material ya sea informático o metalúrgico es convivir con el vació. Es tener una maquina dando latigazo al humano, para que tome su ritmo y además, organice las cosas que la maquina no alcanza a comprender. Solo el que viaja escuchando su Ipod, solo el que toma un taxi libre hacia casa y solo el que busca en un parque quien le platique algo, quien le escuche algo.

El parque con ancianos y ajedrez. Un señor camina tímido, pisando el prado en dirección hacia un par de bancas con ancianos jugando ajedrez. Ve el juego, perdido en el no saber que hacer. La partida esta por terminar y el quiere animarse a tomar lugar en un nuevo juego, lo ha practicado. El juego se acaba y los ancianos voltean y al ver una cara desconocida, cierran posibilidades iniciando una vez más. El tipo toma su chamarra roja, viejísima y camina por el prado, viendo jugar fútbol a unos chicos, que lo ven cuidando su tesoro esférico. Y las señoras comen botanas con chile.

REFUGIADO ANTE LLUVIA ÁCIDA, EN TIEMPOS COMPLEJOS, EL ATEO LO ESCRIBIÓ ASÍ...

3 comentarios:

Orizschna dijo...

Me gusto un chingo tu blog...
Esa diarrea escrita es lo mejor.

Saludos!

Dra. Kleine dijo...

zas.. me dió melancolía. No me imagino asi yo...

y asi fue escrito por el mario dijo...

la unica aguila que tengo o tuve es la cerveza tecate, o la aguila,

ay cabroncito, cmo se ve que te urge andar de putito!!!

saludos carnal