Chingue a su madre el que se ofenda.

14 julio 2005

CUENTO CORTO (SEPTIMA TRILOGIA--KARMATICO)

Me preguntaran como es que logre ver todo esto, como coincidir en mis formas humanas, como logre adelantarme a mi tiempo real viviendo en aquel tiempo. Curiosamente siempre recuerdo en especial a las madres que me tocaron siempre con gestos de desesperación de incalculable angustia espiritual, he aquí donde se inicio todo, el espiritismo... Hace muchísimos años, antes de Jesús, de los testamentos, de los griegos, de todo de lo que se tiene cierto dato, antes de todo lo que conocemos, estuvo el hombre, sino no lo conoceríamos. Las primeras poblaciones siempre le tuvieron miedo a algo, algo hubo allí, el ser humano siempre le tuvo miedo a algo, todavía recuerdo aquellos días de intenso frío, en los cuales sentí la muerte por primera vez, aquella muerte que no me dio tranquilidad, aquellos días en los que me sentí morir antes de morir, sin tener una esperanza, una noción de que valía la pena, una causa de valentía o de simple tranquilidad. Las vidas siguientes me daban impresiones diferentes cada vez, aparecía con gentes distintas que fácilmente morían de frío, hambre, cóleras, cóleras entre ellos, pues la violencia era incalculable, eran animales que podían vivir en manadas, pero al luchar o disputar uno de los dos valores universales para el hombre, desataban todo eso que tenían amarrado, yo seguía muriendo sin hacer nada. Un día desperté, creí que había pasado poco tiempo, pero al pasar los días o años como les llamo durante ocurren, me di cuenta que algo había cambiado, mis padres en turno me llevaban a conocer a una gran piedra, y algún lugar llamado la Meca, no supe que era lo que significaba tanta gente junta, nunca había visto algo similar, me gusto y me atemorizo al mismo tiempo, cuando caí entre ese montón de gente y deje de ver la luz. Inmediatamente después desperté, creo que fue en lo que actualmente es Grecia, porque me acuerdo bien de esas pajas en las calles, de esos animales que no conocía y después vería. Crecí una vez mas, pero para mi era como la primera vez pues nunca notaba la diferencia entre cada vida cada oportunidad, de repente sentía que algunos rostros de gente desconocida eran conocidos lugares nuevos eran viejos para mi, situaciones que vivía ya las había vivido, confusiones que algunos amigos me compartían sintiendo cosas parecidas las mías, a pero pocos se preguntaban que eran., pocos hasta que oí por mero accidente hablar a un tal Aristocles, de verdad me impacto escuchar esos diez minutos de discurso publico, creo que estaba informando algo sobre el gobierno cuando la gente le pidio que dejara eso para los políticos y que hablara de Sócrates, entonces el dijo que no podía existir la perfección en ningún lado mas que en otra dimensión que no conocíamos, algo llamado mundo de... no se que fue pero la idea fue esa, que éramos un reflejo de la verdad, de lo verdadero. En 1922 caí en México, donde empezó mi verdadera reflexión, mi madre era una persona muy joven y definitivamente influenciada por mi abuela, pero siempre defendió algo, que no se me bautizase antes de que yo por pleno convencimiento lo decidiera, mi padre la apoyo. Cuando yo tenia tres años mi madre dio a luz a una niña, mi primer hermana, aunque yo no entendía que querían decir con que se adelanto Yo solo sabia que la quería que ya la quería ver grande para jugar con ella, llevármela a la loma a cortar zarzamoras, a juntar chapulines, enseñarle a nadar en la posita, estaba yo ansioso, tanto, que a cada rato le preguntaba a mi mama que para cuando crecía mi hermana, esto todavía era a las dos semanas de nacida, en este tiempo mi mama no se podía levantar, así duro tres días y luego no la encontré, dijo mi abuela que se había ido al cielo, ¿pero cual cielo si mi mama me decía que eran puras mensadas? Esa fue la primera pregunta que me hice en la vida. Lo de mi hermana paso asi: Mi abuela me llevo al bautizo que tenia desde años atrás apartado con el padre para bautizarme, me hablo de dios, del sagrado corazón de Jesús, de santos, mandamientos, en fin, muchas cosas. Mi hermana enfermo, de repente se puso mal, mi abuela la llevo con un cura antes de llevarla con un medico, el cura estaba en misa, mi abuela llego histérica, fuera de si desesperada por que quería que fuera bautizada antes de morir, pues creo que le afecto haber sido adelantada, el padre se negó. Era domingo de ramos y tenia mucha gente de fuera de la iglesia esperando a pasar, además a las cuatro el obispo llegaría para dar la santa misa. El padre se negó a el insistente ruego de mi abuela, le dijo que el pasaría mas tarde a verla, se lo prometió, se lo aseguro. Mi abuela vio que mi hermana se ponía peor, dieron las tres de la tarde y decidió ir a la capilla de San Juan, recuerdo que casi nunca tenia gente, por que decían que el padre era muy payaso, no se nunca lo conocí, mi abuela subió el cerrito en donde estaba cuando llego mi hermanita estaba callada, fría, muerta... El cura le dio los santos oleos y una especie de bautizo. Mi abuela quedo intranquila, no vio a su primer nieta bautizada, en si era lo que mas le pesaba, no la muerte misma sino el placer de verla con su vestidito blanco, ser declarada hija de dios, mi abuela siguió visitando la capilla de San Juan... no miro de frente al cura que por cierto olvido visitar ese día a mi hermana, porque tenia una cena con el obispo allá en la capital, dos muertes seguidas afectaron en demasía a mi abuela, ella enfermo aun mas cuando me negué a realizar mi confirmación, decía que el diablo me había tocado... ¿el diablo? Mi padre me dio siempre muchas libertades, yo crecí de manera diferente, hasta que crecí...después de mis diecisiete construía mundos imposibles en mi mente, me aislé de todo solo en mi estudio y mi cabeza, hasta que leí sobre un tal Sócrates, ¿Sócrates? ¿Platón? Hipócritas son quienes te ven en tu ataúd, maquillado, quienes quieren ver como luce un muerto, quienes lloran en tu velorio y al día siguiente ocupan el lugar que dejaste sin reparar en nada. Creo en Dios, en ese dios que solo yo conozco, lo siento no es el mismo que tu conoces, no es ese hombre que con fe ciega y una personalidad implacable dio su vida de manera épica, un filántropo, el mejor, lo siento no es el ni su padre, tampoco es ese que conocen como buda, ni Jehová, no es alguien, ni es todo poder, todo ver, todo palpar, es el primer motor Aristotélico con todo y su negación divina...y otra cosa mas... Mi mundo de ideas empezó a adquirir cada vez mas valor y sentido, no tan solo deje el mundo social de mi circulo aquí en la ciudad sino que además, deje ese circulo, deje cualquier circulo para formar mi propio ser, mi criterio y mi atman. Me salto cierto desazón cuando mi conocimiento no era lo que yo quisiera, mis prioridades cambiaron al igual que mis conceptos, lo importante dejaron de ser mis notas para convertirse en conocimiento, aprendizaje y aplicación, deseche cosas que me parecieron equivocas o innecesarias, eso me trajo problemas, conocí la muerte de un amigo y la afronte con mi nueva filosofía, nuestra oportunidad acaba por esta vez la aprovecho la desaprovecho, esa es otra cuestión, pero si dejas algo, allí es donde habita su esencia, tu esencia, es allí donde tiene sentido el haber estado, el haber cumplido, el haber vivido. Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...