Chingue a su madre el que se ofenda.

01 septiembre 2005

4TA NOVELA CORTA--DESPIERTO

Despierto.
No logro renovar mi postura, aun moverme duele. Los espacios han sido reducidos por la humedad, las paredes lucen más negras y no puedo estirarme. La humedad ya llega a mis huesos y los roe, estos están en descomposición.
Mi celda esta hecha en piedra, es un hueco unipolar, donde la oscuridad es salvada por una pequeña rendija. De 1.2 metros aproximadamente por 50 cm. de alto, ancho de 60 cm., recuerdo como vivía dentro del útero materno…a mi celda yo la llamo huevo. Aun en estos tiempos, la soledad me acompaña, no hay nadie que me haya conocido, todos están muertos; eso significa que el recuerdo de mi existencia solo existe en mi cabeza y en la de mi celador…en ningún otro lado.
Las noches son de la más infinita tristeza. La oscuridad total me desampara, la indefinición, no saber donde estoy o que pasara conmigo. Los vientos nocturnos me lastiman y no logro acostumbrarme.
No puedo levantarme ni girar, permanezco acostado durante día y noche; las piernas poco a poco adelgazan, se deforman. Incluso mi mano derecha sobre la cual descanso por mas tiempo ha caído bajo un adormilamiento triste. Girar sobre mi propio eje para reacomodarme me cuesta muchísimo. Estoy notablemente desnutrido y el dolor intestinal es crónico; mis jugos gástricos seguramente han hecho llagas en mí.
Quisiera lograr acostarme de frente a la ventanita. No hay puertas y el huevo de piedra solo respira por esa rendija. Calculo que es de unos 30 cm. por 30 cm. Tiene una cruz de hierro que impide ver hacia fuera con comodidad, obviamente me impide salir.
Fuera de la celda habita el mar; durante todo el día se escuchan las aves, peces brincando y de vez en cuando ballenas. En ocasiones, algún cangrejo logra colarse por la rendija que deja entrar la luz y si estoy en la posición correcta; con las manos libres, puedo tomarlo y aplastarlo…eso me permite quitarle poco a poco las tenazas y llegar a la carne cruda…como poco, lo que como, siempre llega de manera similar, como los cangrejos.
La celda fue construida dentro de una gran roca, en la cual cavaron el huevo hueco donde habito y me metieron dentro, luego, presionaron encima una nueva roca gigantesca. Permanecí sin ver la luz durante semanas, tal vez meses, antes de poner la roca me arrojaron un perro muerto dentro, era mi alimento para soportar el encierro mientras forjaban la rendija.
Un día sentí caer en mi cara inerte pedazos de piedra y polvo; lograron cavar una rendija que luego fue cerrada por la cruz de hierro. Es así como nació mi pequeña ventana.
Tiempo después trasladaron mi celda, hacia el mar, viajamos un par de días sobre troncos para transportar la pesada roca, con el calor veraniego perdí el conocimiento un par de ocasiones. Siempre regrese ayudado por un bocado de pan.
No se donde estoy, solo se que estoy en medio del mar, en un islote o isla desierta. No se cuanto llevo aquí, al inicio lleve la cuenta, pero hoy la ignoro. Durante las noches la marea suele entrar a mi celda…el agua oceánica con su temperatura me ha causado terribles dolores, ya no podría apostar a que tengo la capacidad de caminar.
Dudo estar cerca de tierra, no hay aves, ballenas es muy difícil que viajen cerca de la costa; mis días son largos y terriblemente agotadores. Logre cavar un poco justo donde pegan los rayos del sol en la tarde, así, por las noches, el agua que entra ya no me moja y se queda allí; durante las tardes se evapora un poco y me permite recoger un poco de sal y beber las gotas que caen del techo de mi huevo. Es así como consigo agua dulce para sobrevivir.
No hay salida posible de este infierno, durante las tormentas, agua se filtra por el techo de la piedra y me cae gota a gota en la frente. Siempre he pensado que esta tortura fue creada intencionalmente, yo la he nombrado la gota. Esa gota suele herirme la frente, lo suficiente como para llegar al hueso; mi desgracia comienza apenas cuando el agua salada se hace presente.
He estado deseando la muerte. Por lo menos un favor divino, algo o alguien que me lleve de aquí. Busco que mi alma se libere de tan pesada carga, Dios no se ha apiadado de mí aun y permanezco vivo a pesar de todo.
Una gaviota me visita en este momento. Sus ojos me observan y hasta advierto cierta compasión en su mirar...permanece allí y se echa a un lado de la pequeña ventana. Me sigue observando…toma agua dulce del pequeño charco que dejo la lluvia anoche. Si mis ideas son ciertas, estoy muy lejos de tierra y ella también; mas sin embargo no puedo comparar sus posibilidades con las mías. Ella permanece un rato y se marcha. No puedo evitar sentir tristeza, no había visto un ser vivo mas que los cangrejos y caracoles durante mucho tiempo. Duermo. Al amanecer un raro olor me despierta. Es la gaviota de nuevo, la misma, la reconozco porque lleva una mancha café en la espalda; ha dejado un pescado grande en el hueco que uso para evaporar la sal.
Fantaseo con la idea de que comerá frente a mí, que disfruta verme incrustado en una piedra y que ríe sin gesticular. Imagino además que si intento quitarle el manjar, tendrá pretexto para molerme a picotazos sin yo poder evitarlo.
Permanece allí viéndome y no se mueve.
Tengo muchísima hambre, pero cierto respeto por el animal y principalmente, la intención de que no se vaya me detiene; en ocasiones, el corazón es más fuerte que la digestión. Sale de nuevo y en cuestión de minutos regresa con un pescado fresco, el cual me deja al alcance y ella comienza a devorar el anterior. No lo puedo creer.
Extiendo mi mano izquierda y lo desgarro, le quito las espinas mas grandes y lo embarro de sal que tengo guardada, me lo como y estoy volando totalmente, no había comido así desde hacia mucho.
Pasan las noches y duermo, la gaviota se va pero invariablemente vuelve a medio día, sale ocasionalmente pero regresa. Me alimenta.
Día tras día me trae diferentes pescados, siempre los mata antes de meterlos por la rendija, después de comer, permanezco allí, observándole.
Ha estado conmigo durante semanas ya; cada vez esta mas tiempo allí y yo no soporto ver como empieza a toser y a verse enferma. Cada amanecer y atardecer es uno menos para ella, desearía que huyera y viviera en un grupo de gaviotas, en su mundo, en libertad.
¿Qué haría yo si me liberara de aquí?...Primeramente llevaría a la gaviota conmigo, buscaría a quienes me hicieron esto y los mataría.
No. Me iría lejos, donde pudiera estar cerca de mi amiga, cerca del mar supongo, donde pudiera volar en libertad y regresar. Tal vez buscaría tener unas tierras en Manaus, posiblemente lo podría comprar con mi cuenta en oro.
Mi cuenta en oro no existe y si llegara a tierra me matarían de inmediato, creo que el único lugar donde podría estar vivo es este huevo…en medio de la nada.
La lluvia de verano se hace presente con una fuerza descomunal, a la cueva entran pedazos de algas y basurilla vegetal, agua y animales medio muertos. No me puedo mover, no hay espacio, mi sal y agua dulce se van y tengo que meter la cara al hueco para poder respirar durante el oleaje que azota la cueva…
Una noche de huracán la gaviota llego a la cueva, nunca volvía de noche pero imagino que afuera debía ser un caos, entro y por primera vez se oculto al fondo, junto a mi…el agua comenzó a entrar salvajemente y yo no tuve como conservarla junto de mi, un ola la golpeo y la jalo…su cuerpo inerte floto con el reflujo marítimo…
Mi vida exploto…y el huevo comenzó a moverse, era tal el ruido de los vientos, que supuse estaba en el ojo del huracán, se movió y cayo...el impacto fue terrible, tal vez caí un par de metros hacia el mar y la roca se estrello…yo quede libre…mi cuerpo salio a flote de manera natural…por fin la libertad, la imposible y ansiada libertad...
No pude moverme, mi pierna izquierda esta seca, reducida y no puede moverme…lentamente fui descendiendo…a lo lejos, el cadáver de la gaviota con mancha café se revolvía entre burbujas…
Hoy habito un bar de la costa de La Antigua…es un bar conceptual, donde se decora con cosas que se encuentran en el mar, chatarra, volantes de autos, anclas, estrellas de mar..yo soy la mayor atracción, mi cabeza sin cuerpo pende de mi cabello y ha sido colocada en el centro del lugar…aun no se si estoy vivo o muerto, pero me siento despierto... Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Este guey esta bien pndejisimo se la ha de pasar todo el dia jalandoselay ya se volvio loco.
se cree poeta o filosofo y lo unico que veo es que vale pa pura madre es un inutil que se la ha de pasar de huevon todo el dia nomas de mariguano o no se a que otra chingadera le pondra, pobrecito
espero que algun dia se de cuenta de lo superpendejo que esta y se ponga a hacer algo de beneficio.