RELATO FICTO -- DETACHABLE LOVE

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La austeridad en los sentimientos tienen un celestial efecto contracorriente. Cuantas veces hasta yo mismo caigo en la fantasía de sentir el amor. El amor representado en números, se traduce en la actividad placentera más cara de la vida.

Ya lo decía un tipo con credenciales de catedrático: “Para hacerle el amor a otra persona, tienes que hacértelo a ti mismo primero”. Yo confío en un nivel contraproducente en las citas de alguien más.

No existe la mujer perfecta. Afortunadamente las mujeres son, avalado por la historia, el entretenimiento perfecto para el hombre. Con certificación bíblica. Esa es la única perfección que pueden llegar a tener, pueden perfeccionarse, en complacer a uno o varios hombres. Aun cuando creen tener el control de las situaciones, el hombre esta arriba de ellas siempre, no hace falta mas que amarrarse el cinturón y evitar que intencionalmente busquen desabrocharlo.

Quiero invitar cubetas de cerveza en un antro. Quiero además, invitarles bebidas a las chicas que apetece mi hombría sexual. Deseo pararme frente a ellas vestido con la última moda Versache y mediante un ritual digno de un pingüino que corteja a su hembra, demostrar que mis contoneos me hacen merecedor de su amor.

Intento encontrar el camino al amor siendo amigo, consejero y paño de lágrimas de alguien más. No pretendo más que recoger limosnas de lo que deje alguien. Bah, ese tipo de hombres lucen peor que roedores teje vestidos en un cuento de hadas.

Hoy leí un escrito en cierto blog, donde el tipo manifestaba entusiasta su amor hacia la mujer de su vida. Platicaba también sobre la siguiente situación: No hay nada para nadie más, solo para su enamorada. Vaya estupideces a las que se acerca un hombre cegado por la obsesión carnal que le provoca una mujer. Vaya pendejez.

Las mujeres solo sirven para 2 cosas: Para coger y para tener una amistad con ellas. Yo prefiero tener amigas y que por la paz, la amistad no se eche a perder, a tener mi cabeza llena de recuerdos inclasificables sobre orgasmos fingidos, reglas en mis genitales, sudor, rasguños y reproches y pendejadas románticas que mas que emoción, me dan hueva.

Ya no haré amistad con ninguna vagina, es simplemente antinatural.

Decido pues, análogamente a ese estupido post que leí en no se que mierda de blog, hacer un brindis por las 2 razones por las que existen las mujeres: Para ser nuestro entretenimiento o nuestras amigas.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...