Chingue a su madre el que se ofenda.

25 abril 2006

CUENTO CORTO – DORMITORIO DE SEÑORITAS

Photobucket - Video and Image Hosting

Veinticuatro de abril, dos de la madrugada.

No tenia sueño, evidentemente mis rondas nocturnas habían alterado lo suficiente mi organismo como para estar muerto a mediodía y bien despierto a medianoche. Los domingos hace ya un tiempo recuperaron la monotonía habitual, por un par de meses los disfrute tanto, que eche a perder mi vida por ese placer efímero. Pero los domingos eran ya una condena inevitable. Desde las tardes.

Despierto por la madrugada me di algunos paseos por la alacena, tome unos cacahuates que pendían a punto de caerse de un paquete abierto. Un jugo untando amargo los acompaño mientras buscaba algo que me mantuviera entretenido, si se trataba de películas con desnudos mucho mejor.

Después de un rato de darle vueltas a los canales que mi televisión de trece pulgadas me mostraba, decidí irme a leer, una vez mas intentaría retomar la lectura de Agustín Yañez, solo por un instinto indescriptible de masoquismo literario. Antes, fui al baño dejando la televisión encendida. Orine como siempre, alejado un metro del inodoro y jugando a rociar las orillas. Nunca me limpio, simplemente lo guardo húmedo y fermento los olores más perversos que jamás imagine, todo dentro de mi trusa.

Antes de tomar el control remoto (el cual me quedaba unos pasos mas alejado que el mismo interruptor de la televisión), escuche una voz de mujer que decía llámame.

Me quede totalmente pasmado al ver a la chica, quien lucia una cara tan sincera y familiar, sentía de hecho, que ella era parte de mi vida, de alguna forma, de algún lugar. Después de ver el promocional de Dormitorio de señoritas durante unos minutos, entendí el parecido. Idéntica a una concursante de “Miss Facultad”, que hace un par de años acaparara mi atención de manera obsesiva. ¡Pero si era ella!...No, no lo era…Quien sabe, tal vez…

Y allí, a las dos treinta de la madrugada seguía yo sin despegarme y totalmente tentado a llamar y preguntar por Sonia, confirmar que esa voz era la misma que la chica del comercial.

Y llame.

- Hola, quiero que me cuentes tus mas íntimos secretos…

- No se que tipo de secretos…

- Ayyy, tu voz me encanta, te aseguro que siento una emoción muy especial al oírte…

- Je, gracias…

- ¿Sabes como estoy vestida?…imagina…

Y colgué.

Seguí viendo el programa hasta que termino. Fui al cajón de mi buró, junto a la cabecera de mi cama y saque las fotos de cada una de las mujeres con las que me he besado ante una cámara. Las colecciono, de ser posible tendría fotos de cada una de ellas desnuda, pero mi resistencia (y la de ellas, supongo), no es tan grande como para soportar el tiempo necesario que toma intimar a ese grado. Algunas eran muy bonitas, otras me querían mucho, algunas otras demasiado; otras eran drogadictas adictas al sexo, otras mojigatas que nunca habían besado, mas allá de sus veintisiete años…cerré el cajón y junto a el permanecieron los calzones que logre de algunas de ellas, contaba yo siete en mi colección.

Salí y tome un taxi, rumbo a la calle del placer, donde las sombras y los pordioseros se pelean por una moneda, que les permita seguir en el mundo que les da, además de aceptación, el único placer que pueden comprarse. Caminando busque a una chica de piel blanca, con cabello abundante, nariz pequeña y senos medianos. Las coincidencias no existen en mi vida.

Entramos y me aventó un condón sin lubricante, se desnudo y sus pechos cayeron por lo menos diez centímetros, una larga cicatriz de cesárea adornaba su vientre. Le pedí que se sentara y que me dejase platicar con ella. Ella se sentó y mascando chicle, espero a que los quince minutos pasaran, para salir y formarse en busca de un cliente más divertido.

Y ASI LO "CREE" EL ATEO®...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Habías de darte una vuelta por Irapuato, hay una zona roja apodada "las chabelas", dentro de ella hay una subzona a la que le dicen "las gordas de a cien". Habías de ver nomás...

Mariana dijo...

A platicar ammm... no, no, con razon se salio... coleccion de calzones... iuk!!!

XD

Cruz J. Saubidet dijo...

Que le vas a hacer ateo, a veces es mejor hablar, mas aun cuando los pechos se caen y las cicatrices afloran.
Me hiciste acordar que hace poco encontré a una exnovia (casi seguro que es ella aunque con los pechos operados) en una pagina porno de internet haciendose arrumacos con otra femina. Fue raro, pero nada feo,
Un abrazo